Nota Por: María G. Velarde Aguilar
El oso hormiguero norteño es un mamífero pariente de los perezosos y los armadillos. Son de tamaño mediano; un adulto mide un poco más de un metro desde la nariz hasta la cola y pesa de 4 a 8 kg. Se puede reconocer fácilmente por su trompa larga y su pelaje café dorado con una especie de chaleco negro.
Tiene una cola desnuda en la punta que es prensil, con la cual se sostiene de los árboles, y también posee cuatro garras en sus patas delanteras, las cuales utiliza para agarrarse de las ramas y para perforar termiteros.
En México se distribuye desde Tamaulipas y San Luis Potosí por la vertiente del Golfo, y hacia la vertiente del Pacífico por Michoacán, hasta el Itsmo de Tehuantepec en Chiapas y la Península de Yucatán. La distribución continúa por Centro América hasta llegar al noroeste de Perú y de Venezuela.
Su nombre común hace alusión a su alimentación, ya que gracias a su lengua larga y pegajosa, puede hurgar entre los orificios de los árboles y alimentarse de hormigas, termitas y sus larvas. La mayor parte del tiempo lo invierten en esta actividad y llegan a visitar al día entre 50 u 80 colonias de hormigas o termitas. Estos animales son muy importantes para mantener a raya a las poblaciones de estos insectos, que afectan la madera de los árboles y pueden convertirse en plaga.
Esta especie prefiere vivir en ambientes húmedos con cobertura arbórea densa y abundante. Son de hábitos crepusculares y nocturnos, son solitarios, a excepción de la época de celo y cuando las madres tienen a sus crías. La reproducción es anual y las hembras tienen una cría por parto. Durante la crianza, que dura de un año hasta año y medio, las madres mantienen estrechos lazos con sus hijos y se comunican por olores y sonidos o silbidos de muy baja frecuencia. Durante las primeras semanas la cría permanece en el nido, y espera a que la madre regrese a alimentarla, cuando crece, la hembra sale a buscar alimento llevando a su cría en la espalda, cuando se detiene, la cría baja y come al lado de ella.
Estos osos hormigueros son cazados para el tráfico ilegal de especies exóticas y se utilizan como mascota, aunque debido a lo especifico de su alimentación es muy difícil mantenerlos sanos en cautiverio, aún en los zoológicos. Su piel es muy cotizada por su textura y resistencia para fabricar cinturones, ligas, forros para recipientes etc. y su carne no es apreciada ya que tiene un sabor desagradable debido a las hormigas de las que se alimenta.
Los tamanduas también se cazan debido a la falsa creencia de que destruyen las plantaciones de caña, cuando en realidad son las ratas las responsables. También se cree erróneamente en algunas zonas cercanas a los Tuxtlas, Veracruz que éstos animales asfixian a los perros domésticos al introducirles sus lenguas por la nariz, cosa que es falsa porque esos animales son muy tímidos, tranquilos y los perros son los que suelen molestarlos. Debido a sus movimientos lentos y torpes en tierra también son víctimas de atropellamientos.
Dada la destrucción de sus hábitats y la presión por cacería, las poblaciones de Tamandua mexicana se han visto dismuidas, por lo que se considera en peligro de extinción por la Norma Oficial Mexicana (NOM–059–SEMARNAT–2010), y como preocupación menor (LC) por la lista roja de especies amenazadas de la IUCN.
Fuentes:
1. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Tamandua mexicana. Consulta: 27 de Octubre de 2014.
http://conabio.inaturalist.org/taxa/47105-Tamandua-mexicana
2. Ortega-Reyes, J., Tirira, D. G., Arteaga, M. y Miranda, F. 2014. Tamandua mexicana. The IUCN Red List of Threatened Species. Versión 2014.2. Consulta: 27 de Octubre de 2014.
http://www.iucnredlist.org/details/21349/0
3. Ruz, D. 2006. Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza. La Jornada Ecológica.
http://www.jornada.unam.mx/2006/07/31/eco-i.html
El oso hormiguero norteño es un mamífero pariente de los perezosos y los armadillos. Son de tamaño mediano; un adulto mide un poco más de un metro desde la nariz hasta la cola y pesa de 4 a 8 kg. Se puede reconocer fácilmente por su trompa larga y su pelaje café dorado con una especie de chaleco negro.
Tiene una cola desnuda en la punta que es prensil, con la cual se sostiene de los árboles, y también posee cuatro garras en sus patas delanteras, las cuales utiliza para agarrarse de las ramas y para perforar termiteros.
En México se distribuye desde Tamaulipas y San Luis Potosí por la vertiente del Golfo, y hacia la vertiente del Pacífico por Michoacán, hasta el Itsmo de Tehuantepec en Chiapas y la Península de Yucatán. La distribución continúa por Centro América hasta llegar al noroeste de Perú y de Venezuela.
Su nombre común hace alusión a su alimentación, ya que gracias a su lengua larga y pegajosa, puede hurgar entre los orificios de los árboles y alimentarse de hormigas, termitas y sus larvas. La mayor parte del tiempo lo invierten en esta actividad y llegan a visitar al día entre 50 u 80 colonias de hormigas o termitas. Estos animales son muy importantes para mantener a raya a las poblaciones de estos insectos, que afectan la madera de los árboles y pueden convertirse en plaga.
Esta especie prefiere vivir en ambientes húmedos con cobertura arbórea densa y abundante. Son de hábitos crepusculares y nocturnos, son solitarios, a excepción de la época de celo y cuando las madres tienen a sus crías. La reproducción es anual y las hembras tienen una cría por parto. Durante la crianza, que dura de un año hasta año y medio, las madres mantienen estrechos lazos con sus hijos y se comunican por olores y sonidos o silbidos de muy baja frecuencia. Durante las primeras semanas la cría permanece en el nido, y espera a que la madre regrese a alimentarla, cuando crece, la hembra sale a buscar alimento llevando a su cría en la espalda, cuando se detiene, la cría baja y come al lado de ella.
Estos osos hormigueros son cazados para el tráfico ilegal de especies exóticas y se utilizan como mascota, aunque debido a lo especifico de su alimentación es muy difícil mantenerlos sanos en cautiverio, aún en los zoológicos. Su piel es muy cotizada por su textura y resistencia para fabricar cinturones, ligas, forros para recipientes etc. y su carne no es apreciada ya que tiene un sabor desagradable debido a las hormigas de las que se alimenta.
Los tamanduas también se cazan debido a la falsa creencia de que destruyen las plantaciones de caña, cuando en realidad son las ratas las responsables. También se cree erróneamente en algunas zonas cercanas a los Tuxtlas, Veracruz que éstos animales asfixian a los perros domésticos al introducirles sus lenguas por la nariz, cosa que es falsa porque esos animales son muy tímidos, tranquilos y los perros son los que suelen molestarlos. Debido a sus movimientos lentos y torpes en tierra también son víctimas de atropellamientos.
Dada la destrucción de sus hábitats y la presión por cacería, las poblaciones de Tamandua mexicana se han visto dismuidas, por lo que se considera en peligro de extinción por la Norma Oficial Mexicana (NOM–059–SEMARNAT–2010), y como preocupación menor (LC) por la lista roja de especies amenazadas de la IUCN.
Fuentes:
1. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Tamandua mexicana. Consulta: 27 de Octubre de 2014.
http://conabio.inaturalist.org/taxa/47105-Tamandua-mexicana
2. Ortega-Reyes, J., Tirira, D. G., Arteaga, M. y Miranda, F. 2014. Tamandua mexicana. The IUCN Red List of Threatened Species. Versión 2014.2. Consulta: 27 de Octubre de 2014.
http://www.iucnredlist.org/details/21349/0
3. Ruz, D. 2006. Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza. La Jornada Ecológica.
http://www.jornada.unam.mx/2006/07/31/eco-i.html
Fotografías:
Banco de Imágenes de Conabio
Video: