Nota Por: Sofía de Teresa
México D.F., 24 de octubre de 2014. Al interior de los laboratorios del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR unidad Chetumal) y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), varios científicos mexicanos se encuentran trabajando intensamente para hacer realidad la creación de una biblioteca de referencia, pública y gratuita, de códigos de barras genéticos para el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (Barcode of Wildlife México en inglés) perteneciente a la iniciativa internacional Barcode of Wildlife Project.
La Dra. Virginia León Règagnon (coordinadora del proyecto a nivel nacional, IBUNAM), nos comenta que: "es muy importante que los códigos de barras genéticos estén generados bajo estándares de muy alta calidad, pues sólo así las autoridades podrán utilizar la biblioteca de referencia como herramienta de identificación de especies silvestres amenazadas y que son traficadas ilegalmente.
Me tiene maravillada el entusiasmo de los investigadores que están consiguiendo las muestras, los tejidos, y que están acercándose a otros especialistas para que colaboren con el proyecto, y también, del resto del equipo de trabajo como los técnicos que están capturando la información."
Conseguir los tejidos para la biblioteca de referencia de códigos de barras genéticos ha sido una labor verdaderamente titánica debido, entre otras cosas, a la enorme cantidad de especies con las que se estará trabajando en los laboratorios: en este proyecto están participando cerca de 1000 especies, aproximadamente 500 de plantas y 500 de animales; las especies prioritarias de plantas son 87, y las de animales 113. Al respecto, la Dra. Lidia Cabrera (Laboratorio de Sistemática Molecular Botánica II, IBUNAM) mencionó que: "la biblioteca de referencia de códigos de barras de ADN contendrá información de especies traficadas ilegalmente, pero también, de especies parecidas físicamente o que están relacionadas genealógicamente con ellas, es decir, aquellas con las que las especies prioritarias se pueden llegar a confundir. Una de las etapas más importantes y más difíciles del proyecto es conseguir los tejidos de las especies participantes. Una de las ventajas que tenemos, es el hecho de que están participando taxónomos expertos en cada uno de los grupos, para garantizar que las muestras se están tomando de ejemplares bien identificados.”
La mayoría de los tejidos para las muestras de las especies los están trabajando por el momento en el Laboratorio de Biología Molecular de Zoología y el Laboratorio de Sistemática Molecular Botánica II, ambos pertenecientes al Instituto de biología de la UNAM. Actualmente, cada uno de esos laboratorios ha muestreado más de 400 ejemplares pertenecientes a las especies participantes, gracias a que en el IBUNAM se cuenta con grandes colecciones de organismos vegetales y animales. Sin embargo, no todos los ejemplares conservados en esas colecciones permiten extraer ADN de buena calidad, debido a la manera en que han sido procesados. Esto se debe a que en las colecciones zoológicas y de herbarios, tan sólo desde hace 15 años algunos investigadores como el Dr. Cervantes (Colección Nacional de Mamíferos, IBUNAM) comenzaron a crear bancos de tejidos y muestras de sangre de ejemplares, pensados para ser utilizados en investigaciones basadas en técnicas moleculares. Todas las colecciones que sí cuentan con tejidos frescos y con muestras de sangre, son un verdadero tesoro para los científicos, pues estas herramientas les abren la posibilidad de realizar otro tipo de investigaciones.
Al respecto, la M. en C. Andrea Jiménez (Laboratorio de Biología Molecular de Zoología, IBUNAM) nos explica que "cuando no tenemos muestras apropiadas para extraer ADN porque los especímenes han sido tratados con químicos que han degradado su ADN, la única posibilidad de generar códigos de barras genéticos es trabajarlo como ADN antiguo. Pero eso elevaría cinco veces el costo de la generación de códigos de barras genéticos por ejemplar, y aún así, no tendríamos la garantía de obtener la secuencia completa de la región del ADN que necesitamos. Por eso, ahorita nos estamos comunicando con zoológicos y con especialistas que nos puedan ayudar a obtener muestras de ejemplares que sean apropiadas para extraer ADN. Por ejemplo, ya nos comunicamos con ZooMAT (Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Chiapas), porque allí tienen ejemplares vivos que pertenecen a especies participantes en el proyecto, y de los que podremos tomar muestras que podremos secuenciar con técnicas de extracción de ADN. Por eso, ahora lo más económico y lo más fácil para nosotros, va a ser salir a campo".
La colaboración de CIBNOR y ECOSUR es también fundamental, porque ellos se encuentran trabajando con especies que son difíciles de conseguir para los científicos del Instituto de Biología de la UNAM, y esto es indispensable para que pueda llevarse a buen término el proyecto. CIBNOR se encuentra trabajando en especies como la totoaba y el borrego cimarrón, y ECOSUR con pepinos de mar y con moluscos.
¿Podrán los científicos del laboratorio de botánica extraer ADN de buena calidad de los ya más de 400 ejemplares de plantas que han muestreado, o les sucederá como a los científicos del laboratorio de zoología que tendrán que aventurarse a la selva chiapaneca y a otros lugares lejanos para conseguir muestras de los ejemplares participantes? ¿Los científicos del laboratorio de zoología podrán hallar muestras adecuadas de todas las especies con las que no han podido trabajar con técnicas de ADN reciente debido a la falta de tejido adecuado para realizar investigaciones con técnicas moleculares? ¿Cuáles son las impresiones de los jóvenes científicos participantes que se encuentran colaborando de cerca con los líderes de laboratorio en este proyecto de relevancia internacional?...
¡Síguele la pista a este proyecto y entérate de los detalles!
Fotografías:
México D.F., 24 de octubre de 2014. Al interior de los laboratorios del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR unidad Chetumal) y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), varios científicos mexicanos se encuentran trabajando intensamente para hacer realidad la creación de una biblioteca de referencia, pública y gratuita, de códigos de barras genéticos para el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (Barcode of Wildlife México en inglés) perteneciente a la iniciativa internacional Barcode of Wildlife Project.
La Dra. Virginia León Règagnon (coordinadora del proyecto a nivel nacional, IBUNAM), nos comenta que: "es muy importante que los códigos de barras genéticos estén generados bajo estándares de muy alta calidad, pues sólo así las autoridades podrán utilizar la biblioteca de referencia como herramienta de identificación de especies silvestres amenazadas y que son traficadas ilegalmente.
Me tiene maravillada el entusiasmo de los investigadores que están consiguiendo las muestras, los tejidos, y que están acercándose a otros especialistas para que colaboren con el proyecto, y también, del resto del equipo de trabajo como los técnicos que están capturando la información."
Conseguir los tejidos para la biblioteca de referencia de códigos de barras genéticos ha sido una labor verdaderamente titánica debido, entre otras cosas, a la enorme cantidad de especies con las que se estará trabajando en los laboratorios: en este proyecto están participando cerca de 1000 especies, aproximadamente 500 de plantas y 500 de animales; las especies prioritarias de plantas son 87, y las de animales 113. Al respecto, la Dra. Lidia Cabrera (Laboratorio de Sistemática Molecular Botánica II, IBUNAM) mencionó que: "la biblioteca de referencia de códigos de barras de ADN contendrá información de especies traficadas ilegalmente, pero también, de especies parecidas físicamente o que están relacionadas genealógicamente con ellas, es decir, aquellas con las que las especies prioritarias se pueden llegar a confundir. Una de las etapas más importantes y más difíciles del proyecto es conseguir los tejidos de las especies participantes. Una de las ventajas que tenemos, es el hecho de que están participando taxónomos expertos en cada uno de los grupos, para garantizar que las muestras se están tomando de ejemplares bien identificados.”
La mayoría de los tejidos para las muestras de las especies los están trabajando por el momento en el Laboratorio de Biología Molecular de Zoología y el Laboratorio de Sistemática Molecular Botánica II, ambos pertenecientes al Instituto de biología de la UNAM. Actualmente, cada uno de esos laboratorios ha muestreado más de 400 ejemplares pertenecientes a las especies participantes, gracias a que en el IBUNAM se cuenta con grandes colecciones de organismos vegetales y animales. Sin embargo, no todos los ejemplares conservados en esas colecciones permiten extraer ADN de buena calidad, debido a la manera en que han sido procesados. Esto se debe a que en las colecciones zoológicas y de herbarios, tan sólo desde hace 15 años algunos investigadores como el Dr. Cervantes (Colección Nacional de Mamíferos, IBUNAM) comenzaron a crear bancos de tejidos y muestras de sangre de ejemplares, pensados para ser utilizados en investigaciones basadas en técnicas moleculares. Todas las colecciones que sí cuentan con tejidos frescos y con muestras de sangre, son un verdadero tesoro para los científicos, pues estas herramientas les abren la posibilidad de realizar otro tipo de investigaciones.
Al respecto, la M. en C. Andrea Jiménez (Laboratorio de Biología Molecular de Zoología, IBUNAM) nos explica que "cuando no tenemos muestras apropiadas para extraer ADN porque los especímenes han sido tratados con químicos que han degradado su ADN, la única posibilidad de generar códigos de barras genéticos es trabajarlo como ADN antiguo. Pero eso elevaría cinco veces el costo de la generación de códigos de barras genéticos por ejemplar, y aún así, no tendríamos la garantía de obtener la secuencia completa de la región del ADN que necesitamos. Por eso, ahorita nos estamos comunicando con zoológicos y con especialistas que nos puedan ayudar a obtener muestras de ejemplares que sean apropiadas para extraer ADN. Por ejemplo, ya nos comunicamos con ZooMAT (Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Chiapas), porque allí tienen ejemplares vivos que pertenecen a especies participantes en el proyecto, y de los que podremos tomar muestras que podremos secuenciar con técnicas de extracción de ADN. Por eso, ahora lo más económico y lo más fácil para nosotros, va a ser salir a campo".
La colaboración de CIBNOR y ECOSUR es también fundamental, porque ellos se encuentran trabajando con especies que son difíciles de conseguir para los científicos del Instituto de Biología de la UNAM, y esto es indispensable para que pueda llevarse a buen término el proyecto. CIBNOR se encuentra trabajando en especies como la totoaba y el borrego cimarrón, y ECOSUR con pepinos de mar y con moluscos.
¿Podrán los científicos del laboratorio de botánica extraer ADN de buena calidad de los ya más de 400 ejemplares de plantas que han muestreado, o les sucederá como a los científicos del laboratorio de zoología que tendrán que aventurarse a la selva chiapaneca y a otros lugares lejanos para conseguir muestras de los ejemplares participantes? ¿Los científicos del laboratorio de zoología podrán hallar muestras adecuadas de todas las especies con las que no han podido trabajar con técnicas de ADN reciente debido a la falta de tejido adecuado para realizar investigaciones con técnicas moleculares? ¿Cuáles son las impresiones de los jóvenes científicos participantes que se encuentran colaborando de cerca con los líderes de laboratorio en este proyecto de relevancia internacional?...
¡Síguele la pista a este proyecto y entérate de los detalles!
Fotografías:
1. Celta Gómez Trejo, BWPM. CC BY–NC–ND. Creative Commons, prohibida la reproducción para fines comerciales, es necesario dar crédito para hacer uso de la imagen.
2–3. Sofía de Teresa,
BWPM. CC BY–NC–ND. Creative Commons, prohibida la reproducción para fines comerciales, es necesario dar crédito para hacer uso de la imagen.