Nota Por: Sofía de Teresa
En el Laboratorio de Biología Molecular de Zoología del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM), un grupo de científicos mexicanos ha estado trabajando en los últimos meses en el proceso de muestreo y extracción de ADN de especies de animales participantes en el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (Barcode of Wildlife México en inglés). Este pequeño equipo de tan sólo tres personas, ha logrado obtener en un corto lapso de tiempo muestras de más de 500 ejemplares de las especies participantes, y ya ha realizado más de 380 procesos de extracción de ADN a partir de dichas muestras. El equipo contó con el apoyo de taxónomos expertos en cada uno de los grupos, para garantizar que todos los ejemplares se encuentran perfectamente identificados.
En el Laboratorio de Biología Molecular de Zoología del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM), un grupo de científicos mexicanos ha estado trabajando en los últimos meses en el proceso de muestreo y extracción de ADN de especies de animales participantes en el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (Barcode of Wildlife México en inglés). Este pequeño equipo de tan sólo tres personas, ha logrado obtener en un corto lapso de tiempo muestras de más de 500 ejemplares de las especies participantes, y ya ha realizado más de 380 procesos de extracción de ADN a partir de dichas muestras. El equipo contó con el apoyo de taxónomos expertos en cada uno de los grupos, para garantizar que todos los ejemplares se encuentran perfectamente identificados.
Las actividades en este laboratorio están a cargo de la M. en C. Andrea Jiménez Marín, y sus ayudantes son la Antropóloga Física Celta Gómez Trejo, y el Biól. Óscar Pérez Flores; todos ellos, del IBUNAM.
La M. en C. Andrea Jiménez Marín comentó: “ya estamos trabajando con mamíferos, peces, aves, y algunas especies de tarántulas. Hasta el momento, el grupo que se nos ha dificultado más es el de aves, porque la gran mayoría de los ejemplares de este grupo que están resguardados en las Colecciones Nacionales, fueron sometidos a procesos de curación que no permiten que el ADN se conserve en las condiciones ideales para generar códigos de barras genéticos”. Al respecto, Celta Gómez Trejo explicó que “muchos de los ejemplares de las colecciones taxonómicas fueron curados en una época anterior a que surgiera la biología molecular. Por ejemplo, hay protocolos de curación para museo que permiten conservar a los ejemplares, pero que implican el uso de químicos que pueden deteriorar el ADN.”
El equipo, ha realizado cuantificaciones del ADN que se ha logrado extraer en cada uno de los casos.
Antes de generar los códigos de barras genéticos en el laboratorio, los científicos están realizando pruebas para conocer la concentración, integridad y pureza en la que se encuentra el ADN que han extraído de cada una de las muestras.
Los científicos pueden correr el ADN en un gel de agarosa para conocer la integridad con la que cuenta el ADN extraído.Antes de generar los códigos de barras genéticos en el laboratorio, los científicos están realizando pruebas para conocer la concentración, integridad y pureza en la que se encuentra el ADN que han extraído de cada una de las muestras.
La M. en C. Andrea Jiménez mencionó: “nosotros, como responsables de generar los códigos de barras de este proyecto, debemos potenciar todas las herramientas que tenemos a la mano. Estamos tratando de crear una herramienta que pueda posteriormente ser utilizada por las autoridades para proteger a especies mexicanas del tráfico ilegal, y es por ello que estamos haciendo todo lo posible para trabajar con los recursos que tenemos. Son muchísimas las especies que están participando en el proyecto, y la única manera de generar los códigos de barras de genéticos que necesitamos es analizar muy bien cada caso y llevar a cabo procesos de laboratorio para saber si podemos utilizar el ADN de los ejemplares disponibles en las Colecciones Nacionales, que cuentan con uno de los acervos más importantes de especies mexicanas. Afortunadamente, hasta ahora, también hemos podido contar con materiales provenientes de colecciones de tejidos especialmente curados por especialistas para ser utilizados en investigaciones basadas en técnicas moleculares. Por ejemplo, tuvimos acceso al material de mamíferos del Dr. Cervantes (IBUNAM), y de peces del M. en C. Héctor Espinoza (IBUNAM).”
Fragmentos de tejido de musaraña.
¿Qué sucede cuando el ADN que se ha obtenido de un ejemplar se encuentra degradado?
“Cuando las muestras tienen un ADN muy degradado –mencionó la M. en C. Andrea Jiménez Marín– tenemos que trabajarlo como ADN antiguo, y eso elevaría cinco veces el costo de los códigos de barras genéticos por individuo; pero lo más importante, es que en esos casos no tendríamos la certeza de que podremos generar códigos de barras genéticos de esas especies, porque hay veces en que el ADN puede estar tan degradado, que ya no es posible utilizarlo para generar códigos de barras genéticos.”
Por esta razón, varios zoólogos del Instituto de Biología de la UNAM, ya ese encuentran tomando muestras de ejemplares perfectamente bien identificados en Zoomat (Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Chiapas) y el parque ecológico El Palapo (Colima). Allí, podrán obtener material adecuado para generar códigos de barras genéticos de varias de las especies de animales participantes en el proyecto, que no contaron con ejemplares en las colecciones biológicas que permitieran extraer ADN de buena calidad para generar códigos de barras genéticos.
Fotografías de aves: Celta Gómez Trejo. CC BY–NC–ND. Creative Commons, prohibida la reproducción para fines comerciales, es necesario dar crédito para hacer uso de la imagen.
Fotografías del laboratorio: Sofía de Teresa. CC BY–NC–ND. Creative Commons, prohibida la reproducción para fines comerciales, es necesario dar crédito para hacer uso de la imagen.