Nota Por: Sofía de Teresa
El tráfico ilegal de la vida silvestre es uno de los negocios más grandes del mundo: TRAFFIC (The Wildlife Trade Monitoring Network, programa desarrollado por WWF y la IUCN) estima que el comercio ilegal de especies podría valer cerca de 160 mil millones de dólares al año.
Las dimensiones que ha cobrado este negocio son tales que no podrían explicarse sin la existencia de grandes redes criminales que cuentan con la capacidad de operar a nivel internacional, y que día con día violan las leyes de preservación ambiental de los países exportadores e importadores. La INTERPOL y otras instituciones han hecho hincapié en la necesidad de atacar a estas peligrosas redes que están obteniendo ganancias millonarias a expensas de la naturaleza y el futuro de las próximas generaciones.
En un reporte de la INTERPOL y UNEP (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) se menciona que a diferencia de los pequeños traficantes que actúan por la necesidad de sobrevivir, el tráfico ilegal organizado de la vida silvestre ha desarrollado métodos cada vez más sofisticados para llevar a cabo sus actividades: cuentan con los recursos necesarios para financiar la asesoría de especialistas, obtener armas, corromper a través de sobornos a las autoridades, falsificar documentos, hackear sitios gubernamentales, crear compañías fantasma para realizar operaciones monetarias, etc.
UNEP e INTERPOL también han destacado la relación entre los grandes traficantes de especies con diversas actividades ilícitas incluyendo el lavado de dinero, el narcotráfico, el tráfico de armas, el financiamiento de grupos armados que operan al margen de los gobiernos, la existencia de enfrentamientos violentos al interior por el control de las rutas de comercialización y de lugares de saqueo en los países exportadores, etc. Por si fuera poco, estudios de las Naciones Unidas revelan la participación de importantes redes mafiosas provenientes de todos los continentes del planeta en el tráfico ilegal de especies amenazadas y en peligro de extinción.
Por otro lado, diversos especialistas e instituciones como la UNEP, han comentado recientemente que el sistema legal de protección a la vida silvestre no está diseñado para controlar el crimen ecológico organizado a nivel internacional y han detectado serios vacíos legales que fomentan el crecimiento de este negocio.
Por ejemplo, la UNEP ha mencionado que a pesar de que el tráfico ilegal de la vida silvestre constituye una seria amenaza para la naturaleza y las comunidades humanas, las penas aplicadas a los traficantes relacionados con el crimen ambiental organizado son muy bajas en comparación con las recibidas por quienes participan en otras formas de comercio ilegal como el narcotráfico. Varios especialistas sostienen que la combinación de la posibilidad de obtener ganancias millonarias y el bajo riesgo que implican los castigos poco severos, se ha convertido en un gran atractivo para diversos criminales y proponen que las penas para los traficantes ilegales de especímenes silvestres sean endurecidas; sobretodo, en los casos donde exista crimen ecológico organizado.
Otro ejemplo de algunos de los vacíos legales en el sistema actual de protección a la vida silvestre, es el hecho de que algunas leyes establecen que el tráfico de productos derivados de ciertas especies protegidas requiere de la emisión de permisos especiales sólo en casos donde los cargamentos superen un peso determinado; en ocasiones, este peso puede ser relativamente pequeño; por ejemplo, 1kg. Sin embargo, el crimen ecológico organizado puede fragmentar un gran cargamento en pequeños lotes y traspasar a través de operaciones hormiga toneladas enteras de esta clase de productos; de manera que en algunas ocasiones podría estarse presentando una explotación a gran escala de especies que se encuentran en algún nivel de riesgo de preservación sin la existencia permisos.
Además de la necesidad de realizar un estudio del sistema legal y de las formas de operar que tienen estos grupos criminales para detectar posibles omisiones que faciliten la prosperidad del tráfico ilegal de la vida silvestre, los especialistas consideran que es importante lograr una disminución en la demanda del tráfico ilegal de la vida silvestre, fomentar la colaboración entre las distintas naciones para atacar las redes internacionales de tráfico ilegal de especies, disminuir la pobreza para facilitarle a las personas de bajos recursos obtener acceso a bienes naturales sin la necesidad de dañar a la naturaleza, así como fomentar sistemas sustentables de explotación de los recursos ambientales, entre otras cosas.
Nelleman C., Henriksen R., Raxter P., Ash N., Mrema E. (Eds.). The environmental crime crisis, threats to sustainable development from illegal exploitaition and trade in wildlife and forest resources. UNEP, INTERPOL, Grid–Arendal, Noruega 2014.
Wyler L.S., Sheikh P.A, 2008. CRS Report for Congress, internacional illegal trade in wildlife: threats and U.S. policy. Congressional Research Service. Consulta: 31 Julio de 2014. http://fpc.state.gov/documents/organization/102621.pdf
Fotografías:
El tráfico ilegal de la vida silvestre es uno de los negocios más grandes del mundo: TRAFFIC (The Wildlife Trade Monitoring Network, programa desarrollado por WWF y la IUCN) estima que el comercio ilegal de especies podría valer cerca de 160 mil millones de dólares al año.
Las dimensiones que ha cobrado este negocio son tales que no podrían explicarse sin la existencia de grandes redes criminales que cuentan con la capacidad de operar a nivel internacional, y que día con día violan las leyes de preservación ambiental de los países exportadores e importadores. La INTERPOL y otras instituciones han hecho hincapié en la necesidad de atacar a estas peligrosas redes que están obteniendo ganancias millonarias a expensas de la naturaleza y el futuro de las próximas generaciones.
En un reporte de la INTERPOL y UNEP (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) se menciona que a diferencia de los pequeños traficantes que actúan por la necesidad de sobrevivir, el tráfico ilegal organizado de la vida silvestre ha desarrollado métodos cada vez más sofisticados para llevar a cabo sus actividades: cuentan con los recursos necesarios para financiar la asesoría de especialistas, obtener armas, corromper a través de sobornos a las autoridades, falsificar documentos, hackear sitios gubernamentales, crear compañías fantasma para realizar operaciones monetarias, etc.
UNEP e INTERPOL también han destacado la relación entre los grandes traficantes de especies con diversas actividades ilícitas incluyendo el lavado de dinero, el narcotráfico, el tráfico de armas, el financiamiento de grupos armados que operan al margen de los gobiernos, la existencia de enfrentamientos violentos al interior por el control de las rutas de comercialización y de lugares de saqueo en los países exportadores, etc. Por si fuera poco, estudios de las Naciones Unidas revelan la participación de importantes redes mafiosas provenientes de todos los continentes del planeta en el tráfico ilegal de especies amenazadas y en peligro de extinción.
Por otro lado, diversos especialistas e instituciones como la UNEP, han comentado recientemente que el sistema legal de protección a la vida silvestre no está diseñado para controlar el crimen ecológico organizado a nivel internacional y han detectado serios vacíos legales que fomentan el crecimiento de este negocio.
Por ejemplo, la UNEP ha mencionado que a pesar de que el tráfico ilegal de la vida silvestre constituye una seria amenaza para la naturaleza y las comunidades humanas, las penas aplicadas a los traficantes relacionados con el crimen ambiental organizado son muy bajas en comparación con las recibidas por quienes participan en otras formas de comercio ilegal como el narcotráfico. Varios especialistas sostienen que la combinación de la posibilidad de obtener ganancias millonarias y el bajo riesgo que implican los castigos poco severos, se ha convertido en un gran atractivo para diversos criminales y proponen que las penas para los traficantes ilegales de especímenes silvestres sean endurecidas; sobretodo, en los casos donde exista crimen ecológico organizado.
Otro ejemplo de algunos de los vacíos legales en el sistema actual de protección a la vida silvestre, es el hecho de que algunas leyes establecen que el tráfico de productos derivados de ciertas especies protegidas requiere de la emisión de permisos especiales sólo en casos donde los cargamentos superen un peso determinado; en ocasiones, este peso puede ser relativamente pequeño; por ejemplo, 1kg. Sin embargo, el crimen ecológico organizado puede fragmentar un gran cargamento en pequeños lotes y traspasar a través de operaciones hormiga toneladas enteras de esta clase de productos; de manera que en algunas ocasiones podría estarse presentando una explotación a gran escala de especies que se encuentran en algún nivel de riesgo de preservación sin la existencia permisos.
Además de la necesidad de realizar un estudio del sistema legal y de las formas de operar que tienen estos grupos criminales para detectar posibles omisiones que faciliten la prosperidad del tráfico ilegal de la vida silvestre, los especialistas consideran que es importante lograr una disminución en la demanda del tráfico ilegal de la vida silvestre, fomentar la colaboración entre las distintas naciones para atacar las redes internacionales de tráfico ilegal de especies, disminuir la pobreza para facilitarle a las personas de bajos recursos obtener acceso a bienes naturales sin la necesidad de dañar a la naturaleza, así como fomentar sistemas sustentables de explotación de los recursos ambientales, entre otras cosas.
Fuentes:
Hayman G., Brack D., 2002. International environmental crime, the nature and control of enviromental black markets. The Royal Institute of International Affairs, Sustainable Development Programme, Workshop Report. Consulta: 31 Julio de 2014.
http://ec.europa.eu/environment/archives/docum/pdf/02544_environmental_crime_workshop.pdf
Hayman G., Brack D., 2002. International environmental crime, the nature and control of enviromental black markets. The Royal Institute of International Affairs, Sustainable Development Programme, Workshop Report. Consulta: 31 Julio de 2014.
http://ec.europa.eu/environment/archives/docum/pdf/02544_environmental_crime_workshop.pdf
Nelleman C., Henriksen R., Raxter P., Ash N., Mrema E. (Eds.). The environmental crime crisis, threats to sustainable development from illegal exploitaition and trade in wildlife and forest resources. UNEP, INTERPOL, Grid–Arendal, Noruega 2014.
Wyler L.S., Sheikh P.A, 2008. CRS Report for Congress, internacional illegal trade in wildlife: threats and U.S. policy. Congressional Research Service. Consulta: 31 Julio de 2014. http://fpc.state.gov/documents/organization/102621.pdf
Fotografías:
1. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/boston_public_library/6851500166/">Boston Public Library</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>
3. (27/04/2014). Smuggling, diving and death: the Mexican rush for sea cucumbers. John Holman, YouTube cannel.
http://www.youtube.com/watch?v=43P1Zxo-mTQ
4. photo credit: <a href="https://www.flickr.com/photos/fbar/347010702/">fbar</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">cc</a>