Nota Por: Sofía de Teresa
Además de la disminución dramática de las poblaciones por sobreexplotación y la posible extinción de especies, el tráfico ilegal de aves silvestres suele producir problemas de depresión entre estos organismos.
Los pájaros silvestres que viven en cautiverio sufren comúnmente de alteraciones en el comportamiento y depresión; esta clase de problemáticas se recrudecen entre las aves comercializadas fuera de la ley, pues su traslado y proceso de adopción se realizan al margen de instituciones que verifiquen que estos seres vivos se encuentren en condiciones adecuadas. Muchas veces, las aves que circulan en el mercado negro tienden a morir por enfermedades, sofocamiento, deshidratación y falta de alimento entre otra clase de maltratos, mucho antes de que sean adquiridas por algún comprador. Por ejemplo, de acuerdo con el Gobierno del Estado de Guerrero, se estima que de cada 10 ejemplares de pericos y guacamayas traficados ilegalmente únicamente sobreviven al proceso comercial alrededor de 1 a 1.5 ejemplares.
Por otro lado, muchas de las personas que compran especies de pájaros silvestres son incapaces de brindarles los cuidados que éstos necesitan. La incapacidad de continuar con un estilo de vida acorde a sus necesidades biológicas es el principal factor que ocasiona problemas emocionales y de comportamiento en los pájaros extraídos de su hábitat natural. Algunas de las necesidades básicas de las que generalmente se privada a las aves forzadas a vivir en cautiverio son: el vuelo, pues la mayoría de las personas tiende a encerrar a estos animales en pequeñas jaulas que limitan su movilidad, y la convivencia con otros organismos de su propia especie –por ejemplo, las guacamayas silvestres suelen vivir con sus parejas a lo largo de su vida; estos organismos son animales sociables y tienden a formar grupos–. La incapacidad de trasladarse de un lugar a otro y el aislamiento, suelen producir aburrimiento y estrés en estos animales que por instinto están preparados para volar y convivir con otros individuos de su especie.
Los síntomas de depresión más comunes entre las aves silvestres extraídas de su hábitat natural son:
– automutilación
– pérdida de plumaje
– pérdida de apetito
– somnolencia y desinterés
– irritabilidad
Por otro lado, muchas de las personas que compran especies de pájaros silvestres son incapaces de brindarles los cuidados que éstos necesitan. La incapacidad de continuar con un estilo de vida acorde a sus necesidades biológicas es el principal factor que ocasiona problemas emocionales y de comportamiento en los pájaros extraídos de su hábitat natural. Algunas de las necesidades básicas de las que generalmente se privada a las aves forzadas a vivir en cautiverio son: el vuelo, pues la mayoría de las personas tiende a encerrar a estos animales en pequeñas jaulas que limitan su movilidad, y la convivencia con otros organismos de su propia especie –por ejemplo, las guacamayas silvestres suelen vivir con sus parejas a lo largo de su vida; estos organismos son animales sociables y tienden a formar grupos–. La incapacidad de trasladarse de un lugar a otro y el aislamiento, suelen producir aburrimiento y estrés en estos animales que por instinto están preparados para volar y convivir con otros individuos de su especie.
Los síntomas de depresión más comunes entre las aves silvestres extraídas de su hábitat natural son:
– automutilación
– pérdida de plumaje
– pérdida de apetito
– somnolencia y desinterés
– irritabilidad