Los códigos de barras genéticos han cobrado cada vez mayor importancia en la investigación biológica y actualmente se están llevando a cabo, en distintas partes del mundo, proyectos de relevancia internacional a través de la implementación de esta tecnología.
Desde hace diez años, destacados investigadores se han reunido en la Conferencia Internacional de Códigos de Barras de la Vida con la intención de compartir logros alcanzados, sus avances y conocimientos, así como para reflexionar sobre las implicaciones socioeconómicas de la labor científica llevada a cabo a través de los códigos de barras genéticos.
En 2015 más de 500 investigadores provenientes de distintas naciones asistieron a la 6ta Conferencia Internacional de Códigos de Barras de la Vida, llevada a cabo del 18 al 21 de agosto en la Universidad de Guelph, en Canadá; lugar donde labora el Dr. Paul Hebert, quien es nada más y nada menos, el científico que ideó los códigos de barras genéticos en el año de 2003.
En dicho evento participaron varios de los científicos, tanto mexicanos como extranjeros, que actualmente están llevando a cabo el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre (BWP por sus siglas en inglés).
A continuación compartimos con ustedes algunas de las reflexiones más importantes sobre la relevancia que tienen los códigos de barras genéticos como herramienta de investigación y conservación de la vida silvestre, presentadas en la Conferencia de 2015 por algunos de los científicos, con la esperanza de divulgar la utilidad de esta tecnología que es aún poco conocida por los no especialistas.
Extractos de algunas de las palabras de Paul Hebert, 6ta Conferencia Internacional de Códigos de Barras de la Vida, 2015
Necesitamos la biodiversidad para respirar aire limpio, para beber agua potable, para nuestra supervivencia; nuestra economía y bienestar también dependen de la biodiversidad. Desafortunadamente, muchas personas aún piensan que la pérdida de biodiversidad no es un problema urgente.
Es reconocido que actualmente estamos viviendo una sexta extinción masiva de especies; hace 650 000 siglos que no ocurría una extinción masiva en el planeta, y eso está ocurriendo de nuevo.
No podemos sentarnos a ver cómo ocurren las cosas: necesitamos tomar acción, tenemos la obligación de proteger la vida de nuestro planeta. Necesitamos que se invierta en la conservación de la biodiversidad para generar lo que puede denominarse como sustentabilidad planetaria; para lograr esto, necesitamos tomar en cuenta distintos factores y uno de ellos es, precisamente, la conservación de la biodiversidad.
Para garantizar la salud humana necesitamos ecosistemas sanos; sin embargo, la biodiversidad es aún poco conocida: no sabemos cuántas especies habitan el planeta y, constantemente, son descubiertas nuevas especies en el mundo.
Acelerar el trabajo de investigación sobre la biodiversidad es importante; necesitamos conocer mejor la biodiversidad para facilitar el trabajo a los tomadores de decisiones. Por ejemplo, el problema de las especies invasoras y de tráfico ilegal de especies (incluyendo la tala ilegal) está creciendo a nivel internacional; estos son problemas complejos de afrontar y de monitorear, especialmente en los países tropicales, pues es allí donde se encuentra la mayor parte de la diversidad de especies del planeta.
Para lograr conservar la biodiversidad, necesitamos más atención de los gobiernos y del sector privado, de las academias, y no sólo de agencias de financiamiento científico; debemos analizar más alternativas que permitan financiar proyectos de investigación.
La pérdida de especies es una pérdida irreversible y muchas de ellas desaparecen incluso antes de haber sido estudiadas por el ser humano.
Aún no tenemos claro cuál es el número de especies que habitan la Tierra… ¿Cómo lograr resolver esta tarea? Se estima que en la Tierra habitan 8.7M de especies, y que tan sólo 1.7M han sido descritas. Al mismo tiempo, se estima que se necesitarán $250 mil millones de dólares para describir 5 millones de especies; sin embargo, no suele invertirse tanto en proyectos científicos –por ejemplo, el desarrollo del telescopio Hubble costó $10 mil millones de dólares–.
Para conocer la biodiversidad de la Tierra debemos implementar nuevos métodos e instrumentos de investigación, y desarrollar nuevas formas de conocer la biodiversidad. Necesitamos trabajar hacia la automatización tanto en el conteo de especies que permita agilizar estudios comparativos, como en la asignación de categorías taxonómicas.
Ya tenemos nuevas tecnologías de secuenciación que están avanzando a pasos agigantados; por ejemplo, estamos viendo el aumento de los secuenciadores automatizados de ADN, y la idea de asociar a una especie a un código de barras genético que permita su identificación. Ahora, gracias a los códigos de barras genéticos no necesitamos llevar a cabo el costoso proceso de leer genomas enteros; por ello, los códigos de barras genéticos harán posible la generación de la biblioteca de la vida que permita en el futuro obtener un mayor conocimiento sobre la biodiversidad. No sólo colectaremos secuencias de ADN; también colectaremos organismos, y cada secuencia será asociada a un organismo, pues no es suficiente con leer secuencias. ¿Qué vamos a hacer con esas secuencias?
Conferencia de Paul Hebert en inglés, comienza en el minuto 50:41.
La idea es contar con una biblioteca de la vida que contenga la información de los organismos más importantes del planeta; para los científicos que estudian la biodiversidad no será sólo una lista de especies: significará tener la posibilidad de ir a cualquier parte del planeta y "leer" esas especies. No podremos leer esos libros hoy, pero podremos guardarlos y estudiarlos en el futuro.
Desde la última década, iBOL ha traído mucha información científica de utilidad, pero este es sólo el inicio; es sólo la base de un programa de investigación mucho más amplio en el que podremos pensar: hacer real el inventario de especies, hacer posible el rastreo de las especies del planeta.
Somos una especie curiosa; el conocimiento es lo que motiva al ser humano, y la pérdida de especies significa también una pérdida irremplazable de conocimiento que estamos perdiendo la oportunidad de estudiar.
Los códigos de barras genéticos como herramienta para combatir el tráfico ilegal de especies
El Proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre (BWP por sus siglas en inglés) fue presentado en la 6ta Conferencia Internacional de Códigos de Barras. En dicho evento, el Dr. David Schindel (Coordinador a nivel internacional del proyecto), recalcó que uno de los objetivos del proyecto consiste en demostrar la utilidad de los Códigos de barras genéticos en la investigación y persecución del tráfico ilegal de especies protegidas, y explicó las características más importantes del proyecto a los asistentes, incluyendo los logros obtenidos por cada uno de los países participantes.
En la Conferencia, Michael Trizna describió la forma en que opera el software diseñado para generar la biblioteca de referencia del proyecto BWP y la importancia de permitir que toda la información sea rastreable para tener la posibilidad de reproducir el procedimiento de generación de cada uno de los códigos de barras genéticos en el futuro, para fines científicos y legales, así como para implementar procedimientos de cadena de custodia que te permitan saber en todo momento dónde estuvo una evidencia de crimen, etc.
En el evento también estuvieron presentes varios científicos mexicanos participantes en el proyecto BWP, incluyendo la Dra. Virginia León Règagnon (Instituto de Biología de la UNAM), quien ha coordinado las actividades del equipo mexicano, compuesto por científicos del IBUNAM, CIBNOR y ECOSUR. La Dra. Patricia Cortés Calva (Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C. ) y el Dr. Manuel Elías Gutiérrez (El Colegio de la Frontera Sur–Unidad Chetumal), representantes de los nodos CIBNOR y ECOSUR respectivamente, también acudieron a la 6ta Conferencia Internacional de Códigos de Barras de la Vida.
Fuentes
Material video documental y audios generados por María G. Velarde Aguilar para uso interno del proyecto.
Fotografías
Fotodocumentación de la 6ta Conferencia: María G. Velarde Aguilar.
Galería fotográfica actividades BWPM:
1, 4–6, 8–10. Sofía de Teresa.
2–3. Angélica Najar Pacheco.
7. Natasha de Vere.
Como ejercicio de comprobación de la eficacia que tienen los códigos de barras genéticos como herramienta de detección de tráfico ilegal de especies protegidas, el Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM) llevó a cabo actividades de laboratorio orientadas a la identificación de especies a partir de la aplicación de la tecnología de códigos de barras de ADN.
¿De dónde provinieron los tejidos analizados?
La UNAM recibió 8 muestras de aletas de tiburón que fueron inspeccionadas por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), y que no pudieron ser identificadas como pertenecientes a una especie determinada a partir de sus características visuales. Estas muestras de aletas de tiburón fueron tomadas por la PROFEPA en el Puerto de Manzanillo (Colima, México), y fueron posteriormente enviadas al laboratorio del IBUNAM con la intención de que se analizaran con códigos de barras genéticos, para averiguar si era posible identificar a las especies a la que esas aletas pertenecían.
¿Cómo trabajaron los científicos del IBUNAM con las muestras?
Los científicos del IBUNAM analizaron en sus laboratorios las 8 muestras que le envió el personal de la PROFEPA, y obtuvieron las secuencias de los códigos de barras genéticos. Esas secuencias fueron posteriormente comparadas con códigos de barras genéticos de referencia contenidos en GenBank y BOLD, para averiguar si las secuencias coincidían.
¿Cómo se generan y cómo funcionan los códigos de barras genéticos de referencia?
Para contar con un código de barras genético de referencia (es decir, con un código de barras de ADN que pueda servir como referente de identificación), un taxónomo debe determinar a partir de la taxonomía tradicional –principalmente a partir de las características visuales– la especie a la que pertenece un organismo; posteriormente se realiza un análisis de ADN de dicho organismo, y se obtiene el código de barras genético; ese código de barras genético se carga en una biblioteca de referencia, donde quedará disponible para realizar análisis comparativos en el futuro. Es decir, si la secuencia del código de barras genético de cierta especie es detectada mediante análisis de ADN en una muestra de tejido, podemos decir que el tejido muestreado pertenece a un individuo de esa especie. Mientras más completas sean las bases de datos de las especies y se cuente con más códigos de barras genéticos provenientes de individuos previamente identificados, será mucho más eficiente la identificación de organismos a partir del uso de códigos de barras genéticos.
Y bien… ¿Pudieron ser identificadas las especies a las que pertenecían las muestras de tejido que envió PROFEPA al IBUNAM? ¿cuáles fueron los resultados obtenidos? Los análisis de laboratorio realizados por el IBUNAM pudieron determinar en forma exitosa la especie a la que pertenecían las muestras de tejido, y esto significa que los códigos de barras genéticos son capaces de ayudar a identificar especies a partir del análisis de la secuencia de ADN. Los resultados obtenidos en el IBUNAM determinaron que las especies a las que pertenecían las muestras de tejido fueron:
En esta tabla se presenta el nombre de la especie, y el porcentaje de parecido encontrado al comparar con muestras de BOLD y GenBank.
Posteriormente, el IBUNAM entregó los resultados del análisis a PROFEPA en un documento con firma del M. en C. Héctor Espinosa Pérez (curador de la Colección Nacional de Peces del IBUNAM).
Algunos datos relevantes sobre las especies identificadas son:
• Alopias pelagicus(muestras 1–2, 7–8)
Características biológicas: es una especie inofensiva para la gente; su hábitat es principalmente oceánico, y puede ser encontrado desde la superficie del océano hasta los 152 metros de profundidad; en ocasiones ha sido observado cerca de arrecifes de coral, de hondonadas y en grandes lagunas. Son excelentes nadadores, y se piensa que probablemente se trata de una especie con actividades migratorias poco conocidas. Su área de distribución es:
Estado de conservación: se encuentra en la categoría vulnerable (VU) de la Lista Roja de las Especies de la UICN, y debido a su baja fecundidad y relativamente alta edad de madurez sexual, es extremadamente vulnerable a la sobreexplotación. A pesar de ello, la pesca de estos organismos no está regulada por CITES. En el caso de México, su explotación se encuentra regulada por el Apéndice A de la NOM–029–PESC–2006. Explotación humana: ha sido principalmente explotado por su carne como fuente de alimento para los humanos, incluidas sus aletas (utilizadas para elaborar caldo de tiburón), y el aceite de su hígado (aprovechado para extraer vitamina A). Históricamente, su zona de captura se comprende por el noroeste del Océano Índico, el Pacífico Central, Taiwán, California (Estados Unidos), el Pacífico de México y el Golfo de California. También ha sido capturado en el Mar Rojo, y en el Golfo de Adén.
Especie participante en el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (BWPM). Características biológicas: es un tiburón pequeño que se alimenta principalmente de peces óseos, camarones, cangrejos, pulpos y calamares. Las crías se desarrollan dentro de la madre (son vivíparos). Habitan el océano Pacífico, desde California (Estados Unidos) hasta Perú. Estado de conservación: su estado de conservación es incierto, pues falta información sobre las poblaciones de estos organismos. Esta especie no está protegida por las leyes mexicanas ni por la CITES. Explotación humana: son capturados para consumo humano (ya sea frescos o congelados), y para la fabricación de harina de pescado. También suelen ser atrapados incidentalmente durante otras actividades pesqueras.
• Carcharhinus limbatus (muestras 5–6)
Características biológicas: es una especie de tamaño mediano que generalmente habita en aguas cercanas a la costa; puede ser hallado en playas, bahías, estuarios, arrecifes de coral y en las desembocaduras de los ríos. Se alimenta principalmente de peces óseos y, también, de pequeñas cantidades de crustáceos como camarones y cangrejos. Su área de distribución es extensa, y abarca el Atlántico (sureste, este central, oeste central y noreste), el Océano Índico (este y oeste), el Mediterráneo, el Mar Negro, y el Pacífico (este central, sureste y noroeste). Estado de conservación: se encuentra en la categoría de especie casi amenazada (NT) de la Lista Roja de las Especies de la UICN. El hecho de habitar aguas costeras lo hace más vulnerable que otros organismos a la captura humana y a la alteración de su hábitat. El comercio de esta especie no está regulado por CITES. En el caso de México, su explotación se encuentra regulada por el Apéndice A de la NOM–029–PESC–2006. Explotación humana: frecuentemente capturado durante actividades pesqueras tanto recreativas como comerciales; tanto su carne como sus aletas son muy apreciadas.
Síguele la pista a este proyecto, y conoce la historia de cómo un grupo apasionado de científicos se comprometieron a realizar una biblioteca de referencia de códigos de barras genéticos enfocados a identificar 200 especies mexicanas que frecuentemente circulan ilegalmente en el mercado, más 800 especies que pueden ser fácilmente confundidas o que están cercanamente emparentadas con ellas… si tomamos en cuenta que cada especie contará con tres códigos de barras genéticos, eso significa que el equipo mexicano del IBUNAM aportará al proyecto internacional Códigos de Barras de la Vida Silvestre (BWP por sus siglas en inglés) un total de 3000 códigos de barras genéticos de referencia.
Agradecemos a todas las instituciones y expertos que nos han acompañado a lo largo de este proceso, y que colaboraron en este proyecto para hacer posible que Códigos de Barras de la Vida Silvestre México tuviera acceso a muestras de organismos pertenecientes a las especies participantes. También agradecemos el entusiasmo y apoyo del público mexicano e internacional que ha seguido de cerca el proceso de realización de este proyecto orientado a la protección de especies de flora y fauna mexicana afectada por el tráfico ilegal.
El tráfico ilegal de vida silvestre produce la sobreexplotación* de las especies, actualmente reconocida como la segunda causa de extinción a nivel mundial. Con la esperanza de contribuir con la protección de algunas especies amenazadas, el proyecto internacional Códigos de Barras de la Vida Silvestre (Barcode of Wildlife Project en inglés), está creando códigos de barras genéticos que podrían ayudar en a facilitar la detección del comercio ilícito de especies protegidas. A continuación, también podrás conocer algunas de las especies mexicanas que están participando en este proyecto. *Sobreexplotación: ocurre cuando más individuos que aquellos que pueden reproducirse en vida silvestre son extraídos de su hábitat natural, ya sea a través de la sobrepesca, sobrecolecta, etc. Esto conduce a la disminución del crecimiento de las poblaciones, y puede ocasionar la extinción de las especies.
Fotografías
1. Cícada. Stickpen, Dominio Público
2. Anfbio. Miguel Ángel Sicilia Manzo, CONABIO. Banco de imágenes de CONABIO.
3. Camaleón. Marius CONJEAUD CC BY SA
4. Conífera. Scott Zona CC BY
5. Coral formador de arrecifes. Paige Gill (NOAA), Dominio Público.
6. Cactus. Anne Reeves CC BY ND 2.0
7. Tiburón.
CCICIMAR/CONABIO. Banco de imágenes de CONABIO.
8. Mamífero. Patricia Cortés Calva (BWPM).
9. Reptil. Matías Domínguez Laso, CONABIO, Banco de Imágenes de CONABIO.
10. Mero. Brett Seymour, Dominio Público.
11. Ave. Don Faulkner CC BY-SA 2.0
Illegal Wildlife trafficking produces overexploitation*, which is currently recognized as the second cause of extinction in the world.
In hope of contributing with the protection from illegal wildlife trafficking of some of the threatened species, Barcode of Wildlife Project is creating DNA barcodes that might help to make easier the detection of illegal wildlife trafficking in the future; you can also know some of the Mexican participating species in the Project bellow! *Overexploitation occurs when more individuals than the ones that can reproduce in the wild are extracted by overfishing, overharvesting, etc. This leads to a diminishment in population growth, and can produce species extinction.
Amphibians 41% of amphibian species are threatened.
Some of the amphibians that are participating in Barcode of Wildlife Project are: Axolotl(Ambystoma mexicanum) Lake Lerma Salamander(Ambystoma lermaense) Black-eyed Leaf Frog(Agalychnis moreletii)
1. Cycad. Stickpen, Dominio Público
2. Amphibian. Miguel Ángel Sicilia Manzo, CONABIO. Banco de imágenes de CONABIO.
3. Camaleon. Marius CONJEAUD CC BY SA
4. Conifer. Scott Zona CC BY
5. Reef-forming coral. Paige Gill (NOAA), Dominio Público.
6. Cacti. Anne Reeves CC BY ND 2.0
7. Shark. CCICIMAR/CONABIO. Banco de imágenes de CONABIO.
8. Mammal. Patricia Cortés Calva (BWPM).
9. Reptile. Matías Domínguez Laso, CONABIO, Banco de Imágenes de CONABIO.
10. Grouper. Brett Seymour, Dominio Público.
11. Bird. Don Faulkner CC BY-SA 2.0
Bletia coccinea es una orquídea llamada comúnmente como tzacuxóchitl en náhuatl, arorácua en tarasco, o también como bletia ladrillo rojo.
Esta orquídea tiene una forma ovoide-elipsoide o fusiforme (en forma de huso). Las hojas se encuentran presentes durante la floración; tienen la forma de una punta de lanza (lanceoladas), son estrechas, poseen largos peciolos, son de color verde plateado y emergen de pseudobulbos horizontales subterráneos llamados cormos. Las flores son de color naranja con amarillo y tienen un tamaño de 8.75 cm.
La floración tiene lugar desde la primavera hasta el otoño. Las flores se encuentran acomodadas en una inflorescencia erecta de 30 a 50 cm de largo, que emerge de la base de las hojas y tiene pocas flores bien abiertas.
Esta orquídea es de hábitos terrestres y se distribuye únicamente en territorio mexicano; en los estados de Jalisco, Michoacán, México, Morelos, Guerrero y Oaxaca.
A la orquídea tzacuxóchitl se le puede encontrar en ambientes fríos con elevaciones de 1,500 a 2,000 metros, en acantilados, laderas cubiertas de hierba o césped y laderas rocosas en los bosques de roble o bosques semideciduos. Estos últimos son bosques en los cuales parte su vegetación pierde sus hojas en alguna época del año.
Durante la época colonial se utilizaban los cormos de esta planta para producir un pegamento, debido a la abundante presencia de mucilago. Este pegamento era llamando tzacuhtli por los aztecas, y era utilizado en el arte plumario.
Esta especie de orquídea mexicana se encuentra protegida por el apéndice II de CITES, en el cual se encuentran especies que no se encuentran necesariamente en peligro de extinción, pero su comercio es regulado, para evitar que su uso ponga en peligro la sobrevivencia de la especie.
Fuentes
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Tzacuxóchitl (Bletia coccinea).Biotas explorador de especies en México. Consulta 21 de diciembre de 2015.
El Cazón bironche es un tiburón de tamaño pequeño, delgado, hocico largo y puntiagudo, con 5 hendiduras branquiales. Su color en la parte dorsal y los costados es gris o gris café, y de color blanco en la parte ventral. Cuando nacen las crías miden entre 30 y 37 cm y en México alcanzan una talla de 120 cm.
Esta especie de tiburón vive en el Océano Pacífico, desde California en Estados Unidos, a través de América Central hasta Perú en América del Sur. Las profundidades a las que se le encuentra van de los 0 a los 100 metros.
El cazón bironche es una especie vivípara, es decir que las crías se desarrollan dentro de la madre, y el período de gestación es probablemente de 10 a 12 meses. En las poblaciones mexicanas se cree que el norte del Golfo de California y la costa de Sonora pueden servir como un área importante de crianza.
La dieta del cazón bironche está basada principalmente de peces óseos y una menor proporción de crustáceos móviles bentónicos (camarones o cangrejos) y cefalópodos (pulpos, calamares y sepias).
Este tiburón es muy importante en la pesca artesanal de México durante el invierno y la primavera, pero no se captura ni en verano ni otoño, cuando se cree que se mueven hacia aguas más profundas y hacia el centro del Golfo de California. Son utilizados para consumo humano ya sea frescos o congelados, así como para la fabricación de harina de pescado.
Se captura de manera incidental en redes de arrastre y otras pequeñas pesquerías artesanales con redes de enmalle. Además la contaminación del agua posiblemente también afecte a esta especie y su hábitat de aguas poco profundas en las zonas densamente pobladas por humanos.
Actualmente se considera que las poblaciones de esta especies se encuentran estables y es una especie abundante, se requieren más estudios para determinar el impacto de la pesca a lo largo de toda su distribución.
La lista roja de las especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), considera a esta especie con datos insuficientes (DD) para poder ser considerada dentro de alguna categoría. No se encuentra enlistado en la Convención CITES, ni en la Norma Oficial Mexicana.
Fuentes
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Cazón bironche: Rhizoprionodon longurio. Naturalista. Consulta: 14 de diciembre del 2015.
Furlong-Estrada, E. Tovar-Ávila, J. Pérez-Jiménez, J. C. y Ríos-Jara, E. 2015. Resiliencia de Sphyrna lewini, Rhizoprionodon longurio y Carcharhinus falciformis en la entrada del golfo de California de tres décadas de explotación. Ciencias Marinas 41(1): 49-63.
Smith, W.D., Márquez-Farias, J.F. y Pérez-Jiménez, J.C. 2009. Rhizoprionodon longurio. The IUCN Red List of Threatened Species 2009. Consulta: 14 de diciembre de 2015.
La 3ª Reunión Nacional de la Red MEXBOL fue llevada a cabo del 23 al 27 de Noviembre de 2015 en las las instalaciones del Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM, Ciudad Universitaria, México D.F.).
Como parte de las actividades de esta 3ª Reunión, miembros del proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México ofrecieron a personal de la PROFEPA, PGR y PFP, el Taller toma y procesamiento de muestras biológicas para obtención de códigos de barras genéticos.
En dicho taller, la Dra. Virginia León Régagnon (IBUNAM) impartió la charla Introducción al Proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre en México (BWPM por sus siglas en inglés), donde expuso la importancia y avances del proyecto BWPM a los asistentes; mencionó a los miembros que están haciendo posible la realización de este proyecto en México y otros países del mundo, y explicó que se están llevando a cabo actividades de difusión a nivel nacional e internacional.
Posteriormente, la M. en C. Andrea Jiménez Marín explicó a los asistentes los procedimientos de toma de muestras de fauna silvestre, la Dra. Lidia Cabrera Martínez ofreció la capacitación de procedimientos de toma de muestras de flora silvestre y especies forestales, y la Biól. Patricia Rosas Escobar detalló la forma en la que se realiza la obtención de los códigos de barras genéticos en el laboratorio.
Aunque los códigos de barras genéticos de la biblioteca de referencia de este proyecto fueron generados por científicos del IBUNAM, desde sus inicios, se contempló como parte de las actividades de este proyecto el instruir al personal de las autoridades encargadas de perseguir el tráfico de especies en las técnicas de generación de códigos de barras genéticos. Sin embargo, es importante resaltar que los inspectores no generarán códigos de barras genéticos para la biblioteca de referencia de códigos de barras genéticos del proyecto.
Al final del taller, Erika del Carmen Puente González y Nadia Montes Silva hablaron a los presentes sobre la cadena de custodia; es decir, los procedimientos que deben llevarse a cabo para garantizar, una vez que las muestras han sido tomadas, que no sean alteradas, sustituidas o contaminadas, y así puedan funcionar como evidencia en un juicio contra el tráfico de especies.
Posteriormente, se le ofreció a los inspectores un recorrido por los laboratorios de zoología y botánica del IBUNAM, donde conocieron el equipo e infraestructura utilizados para realizar análisis genéticos de vida silvestre.
Más adelante fueron entregados kits de material para la recolecta y preservación de muestras para análisis genético tanto de plantas como de animales, a la Dirección General de Inspección Ambiental en Puertos, Aeropuertos y Fronteras de la PROFEPA. Todos estos materiales fueron donados por el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México con la intención de incentivar el establecimiento de la técnica de códigos de barras genéticos en el combate del tráfico ilegal de especies en México.
Mesa de trabajo
Durante la reunión se formaron mesas de trabajo sobre diversos temas, entre ellas se formó una mesa para discutir sobre las opciones de financiamiento para la creación y mantenimiento del laboratorio forense para la vida silvestre en México, donde participaron investigadores y autoridades gubernamentales miembros del Consejo Nacional del Proyecto.