Protegiendo a las especies amenazadas por el tráfico ilegal, con códigos de barras genéticos públicos que permitirán su identificación.

El Instituto de Biología de la UNAM identifica especies con códigos de barras genéticos a partir de muestras de tejido enviadas por PROFEPA


Nota Por: Sofía de Teresa

Como ejercicio de comprobación de la eficacia que tienen los códigos de barras genéticos como herramienta de detección de tráfico ilegal de especies protegidas, el Instituto de Biología de la UNAM (IBUNAM) llevó a cabo actividades de laboratorio orientadas a la identificación de especies a partir de la aplicación de la tecnología de códigos de barras de ADN.

¿De dónde provinieron los tejidos analizados?
La UNAM recibió 8 muestras de aletas de tiburón que fueron inspeccionadas por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), y que no pudieron ser identificadas como pertenecientes a una especie determinada a partir de sus características visuales. Estas muestras de aletas de tiburón fueron tomadas por la PROFEPA en el Puerto de Manzanillo (Colima, México), y fueron posteriormente enviadas al laboratorio del IBUNAM con la intención de que se analizaran con códigos de barras genéticos, para averiguar si era posible identificar a las especies a la que esas aletas pertenecían.

¿Cómo trabajaron los científicos del IBUNAM con las muestras?
Los científicos del IBUNAM analizaron en sus laboratorios las 8 muestras que le envió el personal de la PROFEPA, y obtuvieron las secuencias de los códigos de barras genéticos. Esas secuencias fueron posteriormente comparadas con códigos de barras genéticos de referencia contenidos en GenBank y BOLD, para averiguar si las secuencias coincidían.

¿Cómo se generan y cómo funcionan los códigos de barras genéticos de referencia?
Para contar con un código de barras genético de referencia (es decir, con un código de barras de ADN que pueda servir como referente de identificación), un taxónomo debe determinar a partir de la taxonomía tradicional –principalmente a partir de las características visuales– la especie a la que pertenece un organismo; posteriormente se realiza un análisis de ADN de dicho organismo, y se obtiene el código de barras genético; ese código de barras genético se carga en una biblioteca de referencia, donde quedará disponible para realizar análisis comparativos en el futuro. Es decir, si la secuencia del código de barras genético de cierta especie es detectada mediante análisis de ADN en una muestra de tejido, podemos decir que el tejido muestreado pertenece a un individuo de esa especie. Mientras más completas sean las bases de datos de las especies y se cuente con más códigos de barras genéticos provenientes de individuos previamente identificados, será mucho más eficiente la identificación de organismos a partir del uso de códigos de barras genéticos.

Y bien… ¿Pudieron ser identificadas las especies a las que pertenecían las muestras de tejido que envió PROFEPA al IBUNAM? ¿cuáles fueron los resultados obtenidos? Los análisis de laboratorio realizados por el IBUNAM pudieron determinar en forma exitosa la especie a la que pertenecían las muestras de tejido, y esto significa que los códigos de barras genéticos son capaces de ayudar a identificar especies a partir del análisis de la secuencia de ADN. Los resultados obtenidos en el IBUNAM determinaron que las especies a las que pertenecían las muestras de tejido fueron:

En esta tabla se presenta el nombre de la especie, y el porcentaje de parecido encontrado al comparar con muestras de BOLD y GenBank.
Posteriormente, el IBUNAM entregó los resultados del análisis a PROFEPA en un documento con firma del M. en C. Héctor Espinosa Pérez (curador de la Colección Nacional de Peces del IBUNAM).


Algunos datos relevantes sobre las especies identificadas son:

Alopias pelagicus (muestras 1–2, 7–8)
Características biológicas: es una especie inofensiva para la gente; su hábitat es principalmente oceánico, y puede ser encontrado desde la superficie del océano hasta los 152 metros de profundidad; en ocasiones ha sido observado cerca de arrecifes de coral, de hondonadas y en grandes lagunas. Son excelentes nadadores, y se piensa que probablemente se trata de una especie con actividades migratorias poco conocidas. Su área de distribución es:
Estado de conservación: se encuentra en la categoría vulnerable (VU) de la Lista Roja de las Especies de la UICN, y debido a su baja fecundidad y relativamente alta edad de madurez sexual, es extremadamente vulnerable a la sobreexplotación. A pesar de ello, la pesca de estos organismos no está regulada por CITES. En el caso de México, su explotación se encuentra regulada por el Apéndice A de la NOM–029–PESC–2006.
Explotación humana: ha sido principalmente explotado por su carne como fuente de alimento para los humanos, incluidas sus aletas (utilizadas para elaborar caldo de tiburón), y el aceite de su hígado (aprovechado para extraer vitamina A). Históricamente, su zona de captura se comprende por el noroeste del Océano Índico, el Pacífico Central, Taiwán, California (Estados Unidos), el Pacífico de México y el Golfo de California. También ha sido capturado en el Mar Rojo, y en el Golfo de Adén.

Rhizoprionodon longurio (muestras 3–4)
Especie participante en el proyecto Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (BWPM).
Características biológicas: es un tiburón pequeño que se alimenta principalmente de peces óseos, camarones, cangrejos, pulpos y calamares. Las crías se desarrollan dentro de la madre (son vivíparos). Habitan el océano Pacífico, desde California (Estados Unidos) hasta Perú.
Estado de conservación: su estado de conservación es incierto, pues falta información sobre las poblaciones de estos organismos. Esta especie no está protegida por las leyes mexicanas ni por la CITES.
Explotación humana: son capturados para consumo humano (ya sea frescos o congelados), y para la fabricación de harina de pescado. También suelen ser atrapados incidentalmente durante otras actividades pesqueras.


Carcharhinus limbatus (muestras 5–6)
Características biológicas: es una especie de tamaño mediano que generalmente habita en aguas cercanas a la costa; puede ser hallado en playas, bahías, estuarios, arrecifes de coral y en las desembocaduras de los ríos. Se alimenta principalmente de peces óseos y, también, de pequeñas cantidades de crustáceos como camarones y cangrejos. Su área de distribución es extensa, y abarca el Atlántico (sureste, este central, oeste central y noreste), el Océano Índico (este y oeste), el Mediterráneo, el Mar Negro, y el Pacífico (este central, sureste y noroeste).
Estado de conservación: se encuentra en la categoría de especie casi amenazada (NT) de la Lista Roja de las Especies de la UICN. El hecho de habitar aguas costeras lo hace más vulnerable que otros organismos a la captura humana y a la alteración de su hábitat. El comercio de esta especie no está regulado por CITES. En el caso de México, su explotación se encuentra regulada por el Apéndice A de la NOM–029–PESC–2006.
Explotación humana: frecuentemente capturado durante actividades pesqueras tanto recreativas como comerciales; tanto su carne como sus aletas son muy apreciadas.


Síguele la pista a este proyecto, y conoce la historia de cómo un grupo apasionado de científicos se comprometieron a realizar una biblioteca de referencia de códigos de barras genéticos enfocados a identificar 200 especies mexicanas que frecuentemente circulan ilegalmente en el mercado, más 800 especies que pueden ser fácilmente confundidas o que están cercanamente emparentadas con ellas… si tomamos en cuenta que cada especie contará con tres códigos de barras genéticos, eso significa que el equipo mexicano del IBUNAM aportará al proyecto internacional Códigos de Barras de la Vida Silvestre (BWP por sus siglas en inglés) un total de 3000 códigos de barras genéticos de referencia.

Agradecemos a todas las instituciones y expertos que nos han acompañado a lo largo de este proceso, y que colaboraron en este proyecto para hacer posible que Códigos de Barras de la Vida Silvestre México tuviera acceso a muestras de organismos pertenecientes a las especies participantes. También agradecemos el entusiasmo y apoyo del público mexicano e internacional que ha seguido de cerca el proceso de realización de este proyecto orientado a la protección de especies de flora y fauna mexicana afectada por el tráfico ilegal.

Recomendaciones
Si deseas saber más sobre el tráfico de tiburón, te recomendamos este artículo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).



Fuentes

CITES. Checklist of CITES species. (s.f.). Consulta: 25 de enero de 2016.

Diario oficial. NOM–029–PESC–2006, Primera Sección. (2006). México. Pp. 1, 16, 18.

FAO. Sharks of the world, Alopias pelagicus Nakamura, 1935. (s.f.). pp. 81–82, 83.

Velarde G. Cazón bironche: Rhizoprionodon longurio. (s.f.). Códigos de Barras de la Vida Silvestre México (BWPM). Consultado el: 25 de enero de 2016.

IUCN. Red List of Threatened Species. Alopias pelagicus. (2004). Consultado el: 25 de enero de 2016.

IUCN. Red List of Threatened Species. Carcharhinus limbatus. (2004). Consultado el: 25 de enero de 2016.


Fotografías

1. Alogias pelagicus, Rafn Ingi Finnsson CC BY-NC-SA.
2. Alogias pelagicus, mapa. Chris_huh CC BY-SA 3.0
3. Rhizoprionodon longurio. CICIMAR/CONABIO, Banco de Imágenes de CONABIO.
4. Rhizoprionodon longurio, mapa. Chris_huh CC BY-SA 3.0
5. Carcharhinus limbatus, Albert Kok, Dominio Público.
6. Carcharhinus limbatus, mapa. Chris_huh CC BY-SA 3.0